Las aves y las plantas autóctonas están hechas las unas para las otras, gracias a millones de años de evolución. Las frutas grandes y coloridas alimentan a las aves y, a cambio, las aves esparcen las semillas de la planta, sosteniendo ecosistemas completos. Las plantas autóctonas también son anfitrionas importantes para insectos autóctonos ricos en proteínas, como orugas de mariposa y polilla, que las aves necesitan para alimentar a sus crías. Por su parte, las aves han moldeado sus ciclos de vida, incluidos sus hábitos migratorios y de alimentación, alrededor de comunidades de plantas y de las frutas estacionales y los insectos que ofrecen. Estas relaciones entre aves y plantas generalmente están tan entrelazadas que los jardineros pueden atraer aves específicas a sus jardines si cultivan las plantas adecuadas. Para ayudarle, hemos seleccionado las plantas autóctonas de las que dependen las aves comunes de jardín para que las pueda colocar en su jardín. Para más...