Cuando la veterinaria Odette Doest llegó a la estación de radio local en la isla caribeña de Curazao para brindar una entrevista sobre la conservación de la vida silvestre, su compañero, Bob, sorprendió al personal. Doest les dijo que traería un flamenco, pero habían asumido que se refería a uno de plástico. El extraño dúo se conoció en octubre, después de que Bob (a quien Doest nombró de manera espontánea cuando el locutor de radio preguntó cuál era su nombre) se estrellara contra una ventana de hotel y se desplomara cerca de la piscina. Doest, una veterinaria de animales exóticos que también se dedica a la rehabilitación de la vida silvestre, se enteró del accidente a través de Facebook y corrió al lugar. Ella se dio cuenta rápidamente de que Bob no podía ser puesto en libertad, debido a su afinidad natural por la compañía humana. Así que Bob se convirtió en parte del grupo de rescatados de Doest, que incluye guacamayos, piqueros y un carancho. Las...