.dropcap { color: #838078 ; float: left; font-size: 82px; line-height: 60px; padding: 5px 8px 0 0; } Las islas barrera de Luisiana no parecen gran cosa. Decenas de masas largas y angostas forman una cadena floja alrededor de la línea costera del sur del estado, y muchas solo se elevan apenas unos metros sobre la superficie del mar. La erosión es un enemigo inevitable para cualquier expansión arenosa, pero en los últimos años estas islas han empezado a contraerse a una velocidad alarmante, tan rápido que características de miles de años de antigüedad podrían desaparecer por completo a finales de siglo. Perder estas briznas de tierra sería desastroso. Sin ellas, poderosas tormentas azotarían las ciudades costeras, los puertos marítimos y los humedales. Las mansas aguas detrás de su frente protector desaparecerían, así como los viveros donde se reproducen y crecen peces, camarones, cangrejos y ostras, y donde cien millones de aves viven, anidan o se detienen...